¿Por qué en 15 años todas nuestras organizaciones se basarán en la Inteligencia Artificial (AI)?
Últimamente estamos escuchando o leyendo muchos términos como realidad virtual, resiliencia, teletrabajo, inteligencia artificial, sistemas disruptivos, transformación digital, etc. Intentaré ampliar el significado de la inteligencia artificial, conocida también como AI en su término anglosajón.
Según Wikipedia , la inteligencia artificial es la inteligencia llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina «inteligente» ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea.
Pero qué es lo que nos imaginamos cuando escuchamos AI y qué es lo que realmente significa no es siempre lo mismo y muchas veces nos preguntamos si AI es algo positivo o negativo para nuestra sociedad y nuestro entorno, nos resta o nos complementa.
La AI no es un elemento independiente capaz de pensar y tomar sus propias decisiones, pero sí podemos estar cerca del pensamiento de que a través de AI podemos incrementar nuestras habilidades humanas, lo que contribuye a mejorar los beneficios de nuestras organizaciones. Podríamos decir que la inteligencia humana se podría replicar a través del uso de unas cajas de herramientas, de un software y de datos para ayudarnos a analizar nuestros datos, realizar tareas repetitivas, automatizar procesos, incrementando en general nuestra productividad. Cómo lo hace? Interactuando con el mundo real a través de las capacidades tecnológicas como reconocimiento visual, de voz, de audio, procesamiento de texto, tono, empatía y robótica, interacción que nos ayuda a realizar predicciones sobre aspectos que puedan ocurrir en nuestro entorno empresarial, en función de nuestras propias decisiones.
Para entender mejor el mecanismo de la interactuación a la que antes me refería añadiré una concepto muy importante y que forma parte de la AI como apéndice y que se llama ‘machine learning’. ¿Qué es? Es un sistema que usa unos algoritmos para aprender de manera automatizada a través de previas experiencias y que pueden servir en el reconocimiento de patrones que puedan ayudar por ejemplo a predecir casos de cáncer, movimientos en los mercados de valores, situaciones de stock, etc. Como veis los algoritmos se pueden utilizar en campos tan diversos, como ingeniería, bancos, medicina, microbiología, distribución y muchas otras áreas.
Es importante tener siempre presente que el objetivo de la AI no es el de remplazar a los humanos sino de complementar y aumentar las capacidades humanas.
Voy a poner tres ejemplos prácticos y sencillos de AI que ya usamos en nuestra vida diaria:
- El asistente de voz para los altavoces inteligentes, que sabe interpretar ya nuestros gustos musicales y nos recuerda sobre aquellas tareas que realizamos rutinariamente.
- Nuestras experiencia de compra on-line están ahora enriquecidas por recomendaciones específicas en función de hábitos de compra y gustos.
- Muchos de los hogares están ahora automatizados, entramos en casa sin llave, encendemos la luz solamente con la voz, dejamos que dispositivos inteligentes Z-Wave de la casa (IoT) se comuniquen entre sí y realizan su función según nuestras preferencias y hábitos previos.
Hace unos años, diría finales del siglo pasado en los comienzos de la era Internet ya se predecía que en unos años todas las empresas serán empresas en Internet y sin duda hemos llegado allí, sin ser un experto en la materia me atrevo a decir que en menos años y con más velocidad si aún cabe, todas la empresas se basarán en esta herramienta tan potente que se llama AI. Tiempo al tiempo.